viernes, 17 de abril de 2009

3.1 La Planificación Para El Desarrollo

  1. Antecedentes
  2. La planificación para la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad no es un hecho estático con principio y final, más bien puede percibirse como un proceso continuo y dinámico que refleja los cambios en el entorno socio-ambiental cuyo objetivo es promover el desarrollo sustentable. Uno de los resultados más importantes de la planificación es la generación de estrategias, éstas pueden ser entendida como “la determinación de metas y objetivos básicos a largo plazo, la adopción de cursos de acción y la asignación de recursos necesarios para alcanzar dichas metas.”En este sentido la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México (ENBM) se presenta como el conjunto de líneas estratégicas y acciones cuyo propósito es el cumplimiento de los objetivos establecidos en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) mediante un proceso continuo de participación y actuación de los sectores de la sociedad mexicana.Para poder alcanzar los objetivos planteados en el CDB y llevar a cabo las acciones de la ENBM desde una perspectiva federalista, la CONABIO ha iniciado un proceso en varias entidades del país con la participación de gobiernos estatales y representantes de los diversos sectores de la sociedad con la finalidad de desarrollar las Estrategias Estatales sobre Biodiversidad (EEB).Sin lugar a dudas, las EEB serán una herramienta de planificación para poder establecer las acciones y recursos que cada entidad necesita para conservar y utilizar de manera sustentable la diversidad biológica. Para la formación de las EEB es necesario realizar un diagnóstico previo sobre la biodiversidad del estado en sus diferentes niveles (genético, de especies, de ecosistemas), y gracias a este diagnóstico es posible establecer las metas y prioridades para su preservación y aprovechamiento.En tal virtud, para cada entidad se busca completar en un inicio, dos documentos de planificación estratégica importantes:1. Estudio de Estado2. Estrategia Estatal sobre BiodiversidadPosteriormente habrá de darse un seguimiento y control adecuados al desarrollo de leyes, planes y programas estatales específicos en los que se asignarán tiempos, recursos y actores a las acciones de conservación y utilización sustentable de la biodiversidad.

3.2.1 INVENTARIOS DEL CICLO DE VIDA (ICV)

El análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV) cuantifica los consumos de materias primas y energía junto con todos los residuos sólidos, emisiones a la atmósfera y vertidos al agua (las cargas medioambientales) derivados de todos lo procesos que están dentro de los límites del sistema. Los resultados de un estudio de ese tipo generan un inventario de las cargas medioambientales asociadas a la unidad funcional.Como ejemplos de unidades funcionales más comúnmente utilizadas en el contexto de la gestión de residuos pueden citarse:*Por peso unitario de residuos sólidos urbanos.*Por número de unidades de equivalentes domésticos de residuos sólidos recogidos*Cantidad de residuos sólidos recogidos de un área geográfica dada.
INVENTARIO DEL CICLO DE VIDA DEL MANEJO INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOSASPECTOS GENERALES
Una herramienta que ha sido de suma utilidad para llevar a cabo un manejo integral de los residuos sólidos (MIRS) es el Inventario de Ciclo de Vida (ICV). El ICV comienza en el momento en que un material se convierte en residuo (es decir, pierde su valor comercial), y termina cuando deja de convertirse en residuo y se convierte en un producto útil, en energía aprovechable o en un material inerte en el relleno sanitario. Las “entradas” o insumos en un sistema de MIRS son los residuos sólidos, la energía y otras materias primas. Las “salidas” o productos del sistema pueden ser materiales útiles “revalorizados” (reutilizados, reciclados, derivados a composta o incinerados con recuperación de energía), emisiones al aire o agua, y materiales inertes que se disponen en los rellenos sanitarios.Una vez que se ha descrito el sistema de manejo de residuos, deben calcularse en términos cuantitativos las “entradas” y “salidas” de cada opción de tratamiento, utilizando datos fijos para cada tipo de tratamiento. La falta de datos confiables es un problema que se presenta en el ICV.Los resultados de los modelos de ICV en el caso de los residuos sólidos se expresan como: consumo neto de energía, emisiones al aire, emisiones al agua, volumen de materiales dispuestos en rellenos sanitarios (inertes), materiales recuperados, cantidad de composta, tasa de recuperación de materiales y tasa de desviación de materiales que estaban destinados a rellenos sanitarios.La utilidad del ICV en el manejo de los residuos sólidos se centra en la evaluación de la eficiencia ambiental. El ICV contribuirá a determinar la combinación óptima de manejo integrado de las opciones (compostaje, tratamiento térmico, rellenos sanitarios, etc.) que minimicen tanto el consumo de energía y materias primas, como la generación de emisiones al agua y aire así como la cantidad de materiales inertes que se disponen en los rellenos sanitarios.También debe enfatizarse que un ICV no permite decidir automáticamente cual es la “mejor” estrategia de manejo de residuos sólidos. Un ICV enfocado al manejo de residuos sólidos proporcionará una lista de consumo de energía, emisiones al aire, agua y suelo y predecirá también las cantidades de productos útiles que se generan de los residuos, tales como composta, materiales secundarios y energía útil. El mejor sistema para cualquier región dependerá de las necesidades y prioridades locales, tales como la necesidad de reducir los requerimientos de los residuos, o la necesidad de reducir las emisiones al agua o aire. De este modo, el ICV es una herramienta que apoya la toma de decisiones, no una herramienta que automáticamente toma las decisiones. La selección del mejor sistema de MIRS para cada región requerirá que todavía se tome una decisión, pero el ICV proporciona información ambiental adicional y global que puede ser muy útil en el proceso de toma de decisiones.

3.2 Enfoque Ecológico Del Desarrollo Sustentable


El término desarrollo sustentable reúne dos líneas de pensamiento en torno a la gestión de las actividades humanas: una de ellas concentrada en las metas de desarrollo y la otra en el control de los impactos dañinos de las actividades humanas sobre el ambienteDe acuerdo a lo establecido en el artículo 3° de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en la fracción XI se define al desarrollo sustentable como “el proceso evaluable mediante criterios e indicadores de carácter ambiental, económico y social que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”.

3.2.4 ECOTURISMO Y DESARROLLO SUSTENTABLE


Se dice que el “ecoturismo” es una modalidad del desarrollo sustentable, afirmación que, tomada a la ligera, produce confusión y desorienta aún más a quienes tanto en el ámbito académico como en el público y en el nivel de gestión, se encuentran relacionados con esta actividad. Así, al llamado “turismo de aventura” o “turismo de naturaleza” o “espeleoturismo”, o tantas otras modalidades de la actividad turística, se les considera como “ecoturismo” partiendo de la idea de que el realizar una actividad en contacto con la naturaleza, es suficiente justificación para añadirle el prefijo eco.Lo primero que tendríamos que analizar es el concepto de desarrollo sustentable y luego el de ecoturismo, para comprender si el turismo sustentable existe y si el ecoturismo es una modalidad de este último.Es indudable que el turismo tiene entre uno de sus objetivos primordiales el económico, además del ejercicio del tiempo libre como una forma de prestación social del siglo XX, pero el no tener claro que el desarrollo sustentable propone 1) una relación justa en la utilización de los recursos naturales, 2) un beneficio económico equitativamente distribuido y 3) la conservación de estos recursos como requisito para la misma conservación de la vida sobre el planeta Tierra, puede convertir tanto a la propuesta del “turismo sustentable” como a la del “ecoturismo” en nuevas formas de depredación y enriquecimiento de unos cuantos en perjuicio de los dueños originarios del capital natural. Y, en el mediano plazo, en una calidad de vida precaria para la especie humana.Se dice que el “ecoturismo” es una modalidad del desarrollo sustentable, afirmación que, tomada a la ligera, produce confusión y desorienta aún más a quienes tanto en el ámbito académico como en el público y en el nivel de gestión, se encuentran relacionados con esta actividad. Así, al llamado “turismo de aventura” o “turismo de naturaleza” o “espeleoturismo”, o tantas otras modalidades de la actividad turística, se les considera como“ecoturismo” partiendo de la idea de que el realizar una actividad en contacto con la naturaleza, es suficiente justificación para añadirle el prefijo eco.Lo primero que tendríamos que analizar es el concepto de desarrollo sustentable y luego el de ecoturismo, para comprender si el turismo sustentable existe 

3.2.2 ANÁLISIS DEL CICLO DE VIDA (ACV)


ACV : El “Análisis del Ciclo de Vida”, es un método científico que se emplea para investigar el impacto de un material -o de un sistema - en el medio ambiente durante toda la vida de dicho material, en una aplicación concreta, desde la obtención de las materias primas, hasta el momento en que se deshecha. De este modo se pueden comparar los impactos medioambientales de diferentes materiales (por ej. PVC, PET y cristal) o de diferentes sistemas (por ej. embalajes de un solo uso o reutilizables), utilizados con un mismo mismo propósito (por ej. embotellado de agua mineral), se pueden comparar.Es un procedimiento objetivo de evaluación de cargas energéticas y ambientales correspondientes a un proceso o a una actividad, que se efectúa identificando los materiales y la energía utilizada y los descartes liberados en el ambiente natural. La evaluación se realiza en el ciclo de vida completo del proceso o actividad, incluyendo la extracción y tratamiento de la materia prima, la fabricación, el transporte, la distribución, el uso, el reciclado, la reutilización y el despacho final.
El Análisis del Ciclo de Vida comprende cuatro etapas a saber:
l. Definición y alcance de los objetivos
Esta etapa del proceso/servicio/actividad se inicia definiendo los objetivos globales del estudio, donde se establecen la finalidad del estudio, el producto implicado, la audiencia a la que se dirige, el alcance o magnitud del estudio (límites del sistema), la Unidad Funcional, los datos necesarios y el tipo de revisión crítica que se debe realizar.
2. Análisis del inventario (Life Cycle Inventory LCI)
El ACV de un producto es una serie de procesos y sistemas conectados por su finalidad común de creación del producto. El análisis del inventario es una lista cuantificada de todos los flujos entrantes y salientes del sistema durante toda su vida útil, los cuales son extraidos del ambiente natural o bien emitidos en él, calculando los requerimientos energéticos y materiales del sistema y la eficiencia energética de sus componentes, así como las emisiones producidas en cada uno de los procesos y sistemas.
3. La evaluación de impactos.
Según la lista del análisis de Inventario, se realiza una clasificación y evaluación de los resultados del inventario, y se relacionan sus resultados con efectos ambientales observables.
4. La interpretación de resultados
Los resultados de las fases precedentes son evaluados juntos, en un modo congruente con los objetivos definidos para el estudio, a fin de establecer las conclusiones y recomendaciones para la toma de decisiones.El ACV no sigue una metodología fija, no hay una única manera de realizar una evaluación de este tipo. Al contrario, tiene varias alternativas, y por lo tanto se debe estar familiarizado con los métodos científicos de investigación y con la evaluación del sentido común de las cuestiones complejas antes de realizar este tipo de estudio.
APLICACIONES DEL ACV
El ACV no es la única herramienta para analizar la performance ambiental, pero el real valor de ACV es la articulación entre el criterio ambiental a través de todo el ciclo de vida y las estrategias de la empresa y planificación para alcanzar beneficios comerciales. El ACV puede proveer a una empresa valiosa información interna en el caso de evaluar un sistema productivo sobre la eficiencia del uso de los recursos y manejo de desperdicios, etc.; aunque no es apropiado por ejemplo, si quieren analizar las implicancias sobre el cliente acerca de efectos tóxicos sobre la salud. El ACV puede ayudar a la empresa a ganar ventajas competitivas a través del ahorro de costos, incrementar ganancias y mejorar la imagen (de la empresa o de un producto determinado).Ejemplos de APLICACIONES DEL ACVMejoramiento y Desarrollo de productos/servicios (Diseño)- Comparación de productos- Identificar

jueves, 16 de abril de 2009

3.2.3Educación Ambiental


3.2.3 EDUCACION AMBIENTAL
Proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, en el desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes, y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible. Uno de los aspectos fundamentales de esta educación ambiental consiste en reafirmar el sentido de pertenencia e identidad del ciudadano respecto al espacio geográfico donde se desenvuelve; lo anterior favorecerá la formación y práctica de valores, la modificación de conductas y la creación de un respeto al medio natural y sociocultural.La educación ambiental: es definida como “el proceso que consiste en reconocer valores y aclarar conceptos con objeto de fomentar y formar actitudes y aptitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, su cultura y su medio biofísico. La educación ambiental también entraña en la práctica la toma de decisiones y la propia elaboración de un código de comportamiento respecto a las cuestiones relacionadas con la calidad del ambiente”. Sólo mediante cambios significativos en las actitudes personales y en general en la comunidad se lograrán mejorar las conductas negativas hacia la naturaleza, elemento básico para alcanzar el desarrollo sustentable. Esto implica tener conciencia de la relación con el ambiente y el impacto que una decisión inadecuada tiene sobre el medio. ‘También el desarrollo sostenible intenta reducir o anular los impactos ambientales con la aplicación de los adelantos científicos y tecnológicos en los procesos naturales. Es responsabilidad nuestra conocer las leyes de la naturaleza para aprender a respetar la vida, y dejar de ser simples “utilizadores” para convertirnos en “administradores” del recurso natural.’ Objetivos de la educación ambiental. Lograr que tanto los individuos como las comunidades comprendan la complejidad del ambiente natural y el creado por el hombre –resultado este último de la interacción de los factores biológicos, físico-químicos, sociales, económicos y culturales- para que adquieran los conocimientos, valores, actitudes y habilidades prácticas que les permitan participar de manera responsable y efectiva en la previsión y resolución de los problemas ambientales. Mostrar claramente la interdependencia económica, política y ecológica del mundo moderno, debido a la cual las decisiones y las acciones de diferentes países pueden tener repercusiones internacionales. Desde esta perspectiva, la educación ambiental contribuirá a desarrollar el sentido de responsabilidad y solidaridad entre países y regiones, como base de un nuevo orden internacional, para garantizar la conservación y el mejoramiento del ambiental .El propósito de la EA es dotar los individuos con: 1. el conocimiento necesario para comprender los problemas ambientales; 2. las oportunidades para desarrollar las habilidades necesarias para investigar y evaluar la información disponible sobre los problemas; 3. las oportunidades para desarrollar las capacidades necesarias para ser activo e involucrarse en la resolución de problemas presentes y la prevención de problemas futuros; y, lo que quizás sea más importante, 4. las oportunidades para desarrollar las habilidades para enseñar a otros a que hagan lo mismo. En una palabra, la educación ambiental es sobre oportunidades.REDES DE EDUCACION AMBIENTAL Y DESARROLLO SUSTENTABLELos Informes Meadows (1972; 1992) sobre “los límites del crecimiento”, el Informe Brundtland (1988) sobre “nuestro futuro común”, las Conferencias de los Organismos Internacionales sobre el medio ambiente y el desarrollo han posibilitado que en las últimas décadas del siglo XX haya emergido con fuerza un nuevo concepto con pretensiones de solucionar los graves problemas ecológicos y sociales que por diversas circunstancias (crecimiento económico mal planificado, desarrollo de la sociedad de consumo, impactos negativos sobre el medio, injusticia social …) han sumido a la civilización actual en una profunda crisis ecológica y social. El siglo XXI ha comenzado apostando abiertamente por un desarrollo sostenible(1) promotor de una reconfiguración económica, social, -también necesariamente educativa- sobre la base de una nueva ética basada en la responsabilidad y en la solidaridad entre los seres humanos y entre éstos y el resto de la naturaleza, desde una óptica intra e intergeneracional(2), ampliando el sentido de “comunidad ética” como comunidad de intereses, al conjunto de seres vivos. La crisis global del planeta causada por procesos de desarrollo que están siendo insostenibles ya no es una tesis mantenida por unas minorías; es una constatación compartida por científicos, políticos y grupos sociales; pero las complejas dimensiones que la configuran, en las que están involucradas estrategias de comportamiento humano y de organización social, son difíciles de formular desde una perspectiva unidimensional. El desarrollo es un proceso que esta estrechamente relacionado con el cambio ambiental; no puede examinarse desde un punto de vista exclusivamente económico, sino también en relación con aspectos ecológicos, sociales y culturales. Cualquier concepción de desarrollo cuyas propuestas orienten la actividad económica y social hacia unos determinados objetivos ignorando el contexto ambiental del sistema social, lleva a corto o medio plazo a un proceso de deterioro del medio natural que incluso puede frustrar el logro de los objetivos socio-económicos. Las consideraciones de orden ambiental no pueden ser ignoradas a menos que el desarrollo se vea comprometido. Pero también una concepción estrictamente ecologista o ambientalista, que haga abstracción del sistema social, de sus conflictos, desigualdades y equilibrios, ocasiona un deterioro del medio ambiente, al no considerar los factores causales de orden social y económico que dan origen al desarrollo y al aplicar criterios de racionalidad ecológica ajenos a veces a los objetivos sociales. El desarrollo sostenible es un concepto dinámico que requiere un conjunto de procesos de cambio en las relaciones entre los sistemas y procesos sociales, económicos y naturales propiciadores de una confluencia equilibradamente integrada entre el crecimiento económico, el progreso social, y el respeto por la diversidad biológica (Goodland, 1997), y la diversidad cultural. En los comienzos de este nuevo siglo parece que hay un amplio acuerdo en considerar que el desarrollo de una sociedad puede ser sostenible cuando pueda conservar los sistemas que hacen posible la vida y la biodiversidad, cuando pueda asegurar que el uso de los recursos renovables es menor que la capacidad del medio ambiente para renovarlos, cuando pueda minimizar la destrucción de los recursos no renovables y disponga de tecnología para sustituirlos; cuando pueda mantener la capacidad de transporte de los ecosistemas, y cuando pueda propiciar un equilibrio económico capaz de asegurar la justicia social (Moffat, I. 1996; Folch, R. 1999). La sostenibilidad implica pues la búsqueda de una convergencia entre el crecimiento económico, la protección ambiental y el desarrollo social. Pero hace falta una voluntad política, una concienciación ciudadana y un compromiso social para iniciar una transición hacia formas más sostenibles del desarrollo. Para evaluar esa transición los Organismos e Instituciones internacionales tratan de construir un aparato teórico que fundamente la idea de la sostenibilidad del desarrollo a partir de análisis y experimentaciones contrastadas sobre su aplicación en contextos reales. La Comisión Europea ha evaluado un catálogo de los subsistemas que componen el desarrollo sostenible y la interacción existente entre las numerosas variables definidas para cada subsistema. Las Naciones Unidas promociona investigaciones tendentes a determinar los nuevos indicadores del desarrollo humano sostenible(3), teniendo en cuenta que la elección de los mismos no es un asunto exclusivamente técnico, sino una cuestión política que define el procedimiento en su determinación; lo cual influye en la formación de nociones sobre la propia forma de concebir la sostenibilidad y alerta sobre la importancia en la elección de los procedimientos de selección o definición de indicadores en base a procesos explícitos, abiertos y transparentes. Pero dado que la sostenibilidad tiene que ver con múltiples aspectos y variables de la realidad social, económica, ecológica y ética, es preciso determinar indicadores multivariados, fácilmente reconocibles como tales, fáciles de aplicar, y susceptibles de algún tipo de medida, que informen sobre el estado de desarrollo sostenible alcanzado en un momento dado en los diferentes ámbitos de interacción humana. El desarrollo no es reductible a un solo grupo de valores; es preciso combinar indicadores; esta información es de gran importancia en el ámbito político- social para tomar decisiones que orienten o reorienten el desarrollo alcanzado, y también en el ámbito de la educación, ya que a través de la mediación educativa, los ciudadanos pueden adaptar su comportamiento habitual a formas de comportamiento más sostenibles si tienen un referente -indicador- para evaluar sus acciones. Los indicadores sirven para generar una mayor conciencia de lo que significa trabajar hacia la sosteniblidad a nivel global y a nivel local, a nivel colectivo y a nivel individual, por la coherencia que se puede dar a las actuaciones al interrelacionar ambos ámbitos; se seleccionan como elementos representativos de aspectos relevantes que visualizan la sostenibilidad en un contexto y en un tiempo determinado; son por lo tanto, una herramienta útil para la toma de decisiones, para su plasmación en objetivos de desarrollo sostenible y para la puesta en marcha de acciones para alcanzarlo (Almenar, R. 2002)(4); pero hace falta desarrollar y contrastar sistemas de indicadores internacionales standard como un medio de controlar los procesos globales de la sostenibilidad, desde la aplicación de políticas regionales y locales coherentes con los resultados de su aplicación(5). Las primeras aplicaciones de indicadores son las que establecen la base desde la cual poder evidenciar el progreso conseguido. Visualizar “donde estamos” y “hacia donde vamos” es importante para comprender cómo de sostenible es nuestro mundo.